Una nueva configuración en la proyección de una historia narrada audiovisualmente nos permite sacar al espectador de lo establecido, ver como reacciona y a su vez experimentar con las elecciones que éste toma. Lo que decide ver y lo que no. Le presentaremos no sólo una realidad, sino tres realidades diferentes que dependiendo donde mire, las cuales a partir de su elección, formarán su propia y subjetiva realidad de los hechos.
Ya no será la mano del director, quien decide exclusivamente como se arma la historia, que es lo que vemos y que es lo que no, por eso le daremos al espectador la chance de experimentar en el momento de la proyección, el hacer su propio montaje de la historia.
El espectador estará en medio de una sala, donde dispuestas en forma triangular, estarán situadas 3 pantallas. El sonido no tendrá la configuración estéreo, sino una nueva configuración a partir de esta nueva disposición de los elementos visuales.
Se trabajará la historia dividida en tres guiones. Los tres guiones responden a la misma historia, cada cual corresponde a un personaje diferente.
Las pantallas estarán dispuestas en forma triangular, respondiendo al conocido “triángulo imposible” ,el cual en lo concreto, resulta imposible de ser, pero en la concepción de sus lados y vértices, es lógico en su esquema visual. También estarán direccionadas al centro del mismo habitáculo para generar que el espectador solo pueda ver una a la vez, debiendo girar 130º para ver la pantalla elegida.
Se armará en un habitáculo visual que en su puerta de entrada, con un telón, tendrá un cartel que indique el nombre “Las tres pantallas”.
Al ingresar a la sala, los espectadores se situarán en el medio de la misma.
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