miércoles, 8 de septiembre de 2010

AFICHE



EL LABORATORIO

Presentamos el afiche de la pieza audiovisual a proyectar en la videoinstalacion Las3pantallas.

Breve sinopsis

El La3oratorio

El laboratorio es un cortometraje de genero Terror que nos propone seguir la historia de un laboratorio clandestino de extracciones ilegales de órganos para su futura comercialización. Valeria acude a dicho Laboratorio por problemas económicos al igual que Mario, tímidamente aguardan en una turbia sala de espera a que llegue su momento hasta que son testigos de otras practicas mas ilegales aun de asesinato a los mismos pacientes. Desde ese momento Valeria y Mario tendrán que empezar a luchar por sus vidas para no caer en las manos de un psicópata Cirujano que tiene otros planes mas allá de comercializar con órganos renales.

jueves, 1 de julio de 2010

Propuesta Estética

Se buscará una estancia o finca donde se llevará a cabo la realización del cortometraje.

La misma contará con extensas arboledas, zonas frondosas de vegetación, césped virgen y senderos de tierra.

Deberá tener, por una parte, una casa tipo cabaña, pequeña y alejada de la finca principal. Puede ser la casa del peón de una estancia o un galpón.

La casa principal se tratará de una construcción no moderna, que responda a la arquitectura europea de principios de siglo, para darle un aspecto de época y un status importante al dueño.

El lugar deberá contar con mucha madera en lo que respecta al material en sus alrededores, colores marrones, ocres y beiges. Una gamma de colores que junto al verde del paisaje generen una imagen apacible y a su vez misteriosa.

En cuanto a la fotografía, se grabará con una cámara réflex digital en formato HD, con ópticas de fotografía. Para lograr una imagen cinematográfica en cuanto a la profundidad de campo, las texturas y los colores que estas brindan.

Se buscarán encuadres compositivamente elaborados, dándole características pictóricas, ligadas al impresionismo.

Encuadres que contemplen el espacio, el bosque, el paisaje, dando lugar al misterio de un espacio vacío y quieto.

Se filmarán los exteriores en atardecer, para lograr un clima contrastado en la imagen, con predominancia anaranjada en las altas luces y azulada en las frías. Un ejemplo de este tratamiento de la imagen se da en Barry Lyndon de Stanley Kubrick. Esto genera una dualidad en la luz, que apoya nuestra ruptura de lo único y absoluto.

El montaje es considerado fundamental en este proyecto para generar la tensión y el ritmo que se busca para la Videoinstalación.

Deberá ser contemplado desde el guión, coordinado lo que sucede en cada momento en las tres pantallas.

Se cuenta la historia en tiempo real, y las tres pantallas deben ser correlativas en el tiempo, y en el espacio, solo cuando las tramas se crucen.

Se trabajará cada pantalla, acorde al personaje. La pantalla 1, correspondiente al dueño de la casa, con planos fijos y travellings sutiles, marcando su calma y relax en su situación de soledad y lectura.

La pantalla 2, correspondiente al asesino, será trabajada con varios tipos de plano y cámara en mano, exteriorizando la situación dramática del personaje.

La pantalla 3, correspondiente a la mujer, responde a su interior convulsionado y dramático, por lo cual se buscarán planos cerrados y también en cámara en mano, para acercarnos a la psicología del personaje.

Guión literario

Pantalla 1 “Cristóbal”

1. Cristóbal ingresa a su casa de campo por la puerta principal. Termina unas palabras con su peón, que queda afuera de la casa.

Una vez adentro, se pone cómodo y saca un libro del maletín que traía en mano.

2. Buscando la página en la que había quedado, va camino hacia su sillón preferido enfrentado a los ventanales que dan al bosque.

3. El hombre comienza a leer su libro, enciende un cigarrillo, y dirige una última mirada al exterior, antes de sumergirse en la novela.

4. Hombre leyendo.

5. Pasa de página. Se acomoda en el sillón.

6. El hombre se para, y empieza a buscar algo entre sus muebles, después de unos minutos de búsqueda encuentra una vieja botella de whisky. Agarra un vaso ancho junto a una mesita y se sirve un poco. Se vuelve a sentar en su sillón y acomoda su cuerpo casi al mismo nivel con el que estaba antes de pararse, bebe un poco de whisky y continúa leyendo.

7. Cristóbal continua leyendo hasta que empieza a entrecerrar sus ojos como empezando a concentrarse extrañamente en las ultimas líneas que esta leyendo. Mira por sus ventanales y vuelve a leer la novela, deja el vaso de whisky en la mesita junto al sillón y sujeta el libro con ambas manos, de pronto saca de las hojas su mirada y abre los ojos, temblorosamente sin girar su cabeza mira hacia sus lados, hasta que una mano tapa su boca y otra clava un puñal en su pecho.

8. El cuerpo de Cristóbal ya sin vida, queda inerte en el sillón, la sangre brota de la herida.


Pantalla 2 “Lucio”

1. La imagen muestra el plano general de una pequeña cabaña dentro de un bosque. Las copas de los árboles se mueven suavemente debido a una leve brisa. Algunas hojas sobrevuelan el césped virgen que rodea al sendero. El cual conduce a la modesta entrada de la cabaña.

2. Vemos a una mujer que aparece frente a la cabaña. Se detiene y mira a su alrededor. Ingresa en la misma.

3. Lucio sale de entre los arbustos, se lastima con una rama. Se dirige a la cabaña sigilosamente.

4. Lucio entra en la cabaña. Al ver a la mujer, la abraza, la acaricia, se besan y se separan.

5. Lucio toma por los hombros a su amante y la mira, mientras que ella repasa el plan cuidadosamente pasa la mano por la espalda de el, y después de un ultimo beso sin mirarla sale por la puerta que ingreso, una vez que empieza a caminar por el sendero opuesto al que tomo ella, la mira como se aleja, una vez que se va, Lucio empieza a caminar con mas rapidez.

6. Lucio continúa por el sendero hasta llegar al camino que conduce a la entrada de la casa. Luego de pasar por la galería ingresa a la casa sigilosamente.

7. Pasa por una sala roja hasta llegar a una escalera alfombrada, siguiendo las instrucciones que le había dicho su amada, continua hasta la puerta principal del salón. La abre sigilosamente y saca de entre sus ropas el puñal, mientras se aproxima a un sillón de terciopelo verde de alto respaldo. Con una mano tapa la boca del hombre que esta sentado en ese sillón y con la otra clava el puñal en su pecho. Retrocede unos pasos, y su respiración es agitada, queda con los ojos abiertos mirando el sillón

8. Escucha unos pasos que se acercan a la habitación, se sobresalta por sobremanera hasta que ve que su amada entra por la puerta, ella ve el sillón y luego a el, avanza para contenerla y la abraza.

Pantalla 3 “Mujer”

1. Los pies de una mujer caminan por un sendero rodeado de árboles, césped y hojas caídas.

2. Los pies detienen. Ojos claros que observan para todos lados. Pies que continúan su marcha. Una mano se posa en el picaporte y abre rápidamente.

3. La mujer espía hacia el exterior por una de las ventanas. Mira su reloj. Se arregla frente a un espejo.

4. Lucio entra en la cabaña. Al ver a la mujer, la abraza, la acaricia, se besan y se separan.

5. La mujer repasa con Lucio el plan nuevamente mientras el acaricia su mejilla. Luego de esto se besan y ve como Lucio sale de la cabaña. Detrás de el, ella también abandona la cabaña y toma el sendero opuesto al que toma Lucio, con una falsa tranquilidad, no lo mira más y sigue su camino.

6. Mientras que la mujer camina por el sendero su rostro empieza a cambiar, ya su insatisfacción se hace mas presente y comienza a disminuir su marcha, aprovechando un tronco junto al sendero, se sienta volviendo su mirada por donde vino, la sostiene unos segundos y rompe en llantos.

7. Se incorpora del tronco y comienza a correr por la dirección de la cabaña, sigue de largo cuando llega a la cabaña por el sendero que tomo Lucio. Llega a la entrada de la casa, pasa por la galería e ingresa, corre por la sala roja y llega al salón, rápidamente ingresa al estudio.

8. interrumpe su corrida al ver el sillón con su esposo muerto, enseguida ve a Lucio entre las sombras y parece desvanecerse, cuando el la contiene entre sus brazos y la abraza.

Tratamiento de la historia

Una tarde, Cristóbal, después de discutir brevemente unos temas laborales con el peón, subió a su estudio que daba a través de sus ventanales hacia el parque de los robles. Se sienta y acomoda hasta hundirse en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado ante una posible intromisión no deseada, dejo que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Cristóbal se sumergió en las imágenes de la novela fácilmente, en breves minutos estaba borrando línea a línea su entorno y compenetrándose de lleno en la historia, sin dejar de sentir a su cabeza descansar cómodamente en el terciopelo de alto respaldo, que sus cigarrillos negros seguían al alcance de su mano, mientras que mas allá de los ventanales el viento del atardecer hacia danzar a los robles. Las imágenes de la novela ya adquirían color y movimiento.

En una cabaña junto al monte, protegida por un mundo de hojas secas y de senderos furtivos se producía el último encuentro de una pareja de amantes, primero entraba la mujer, mirando atrás y cuidando todos sus movimientos, luego llego el amante por otra puerta con una de sus mejillas lastimada por una rama. Luego de mirarse fijo unos instantes, se confundieron en un largo beso, el cual tapaba la sangre que provenía de su mejilla, aunque el rechazaba sus caricias y abrazos, no había venido a repetir las ceremonias de una pasión secreta. El sacó de sus ropajes una daga liberadora y ella la miró como sintiendo que todo estaba decidido desde siempre. Hasta las caricias que se dibujaban en el cuerpo del amante dibujaban la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado, coartadas, instrucciones y posibles errores. Este doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla, o para que otra mano acariciara una espalda. Empezaba a atardecer y sin mirarse ya, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella comenzó a seguir la senda que iba al norte, desde la senda opuesta el se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez resguardándose en los árboles y arbustos, hasta distinguir entre la bruma del crepúsculo la entrada que lo llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El peón no estaría a esa hora, y no estaba. Cruzo la entrada de la galería y entro. El seguía las sordas palabras de su amada: primero la sala azul, luego la roja, después una escalera alfombrada. En lo alto dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. El siguió a la puerta del salón, la abrió sigilosamente y entonces volvió a sacar su puñal de entre sus ropas, la luz de los ventanales no lo alcanzaban, detrás de un alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, se encontraba la cabeza de un hombre cómodamente sentado en el sillón, leyendo una novela. El amante no tarda en clavar en el pecho de este el puñal que sostenía con fuerza, luego de un movimiento rápido y preciso. Ve como el cuerpo ya sin vida reposa casi en la misma posición de cómo se encontraba minutos atrás. El amante retrocede un poco hacia la penumbra nuevamente y en ese momento oye unos pasos rápidos y entra a toda prisa la mujer. Sorprendida, lo ve junto al cuerpo del que era su esposo, camina lentamente hacia a el con lagrimas en sus ojos irritados y se funden en un abrazo final.

“Continuidad de los parques” – Julio Cortázar

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.

Argumento

La historia será una trasposición del cuento “La continuidad de los parques” de Julio Cortázar.

Esta elección no es arbitraria, tomamos en cuenta de este referente de la literatura que en su vastísima obra literaria, ha tenido como rasgo característico la ruptura del código convencional literario.

Un ejemplo de ello es “Rayuela”, donde escribe una novela que puede ser leída desde la mitad hacia el final, y luego recién desde el comienzo a la mitad.

Además, en el cuento elegido, Cortázar juega una vez mas con las diferentes realidades, que en este caso se unen hacia el final del relato.

Por un lado el lector, y por otro lado lo leído, que luego termina abordando la realidad del lector, convirtiéndose parte de su realidad. Estos hechos suceden en un mismo espacio delimitado por un bosque, de donde proviene el significado del titulo, y la trasposición misma de la realidad de estos dos planos.

Cortázar en el cuento nos muestra la coexistencia de dos realidades distantes ya sea por causas cronológicas, geográficas, etc.; y la convergencia mágica de esas dos realidades en un punto determinado.

Esto representa una ruptura de lo racional, un atentado a lo que consideramos a través de la lógica como la Realidad.

Así como Cortázar juega con las leyes de nuestro mundo para decirnos con este recurso narrativo, que nada es absoluto ni definitivo, nosotros nos proponemos hacer lo mismo en el campo audiovisual, jugando con sus leyes y recursos, para decir que la pantalla única no es absoluta ni lo que allí sólo sucede, así como tampoco debemos aceptar que lo que consideramos como realidad y como lo establecido, debe ser lo único y absoluto.

Las 3 Pantallas - Videoinstalación

Una nueva configuración en la proyección de una historia narrada audiovisualmente nos permite sacar al espectador de lo establecido, ver como reacciona y a su vez experimentar con las elecciones que éste toma. Lo que decide ver y lo que no. Le presentaremos no sólo una realidad, sino tres realidades diferentes que dependiendo donde mire, las cuales a partir de su elección, formarán su propia y subjetiva realidad de los hechos.

Ya no será la mano del director, quien decide exclusivamente como se arma la historia, que es lo que vemos y que es lo que no, por eso le daremos al espectador la chance de experimentar en el momento de la proyección, el hacer su propio montaje de la historia.

El espectador estará en medio de una sala, donde dispuestas en forma triangular, estarán situadas 3 pantallas. El sonido no tendrá la configuración estéreo, sino una nueva configuración a partir de esta nueva disposición de los elementos visuales.

El espectador elegirá, que parte de la historia mirar, se sentirá atrapado entre las imágenes, que lo abordarán desde tres direcciones, ofreciéndoles distintos puntos de vista narrativos, y quedará en sus instintivas elecciones como montará la historia.

Se trabajará la historia dividida en tres guiones. Los tres guiones responden a la misma historia, cada cual corresponde a un personaje diferente.

Las pantallas estarán dispuestas en forma triangular, respondiendo al conocido “triángulo imposible” ,el cual en lo concreto, resulta imposible de ser, pero en la concepción de sus lados y vértices, es lógico en su esquema visual. También estarán direccionadas al centro del mismo habitáculo para generar que el espectador solo pueda ver una a la vez, debiendo girar 130º para ver la pantalla elegida.

Se armará en un habitáculo visual que en su puerta de entrada, con un telón, tendrá un cartel que indique el nombre “Las tres pantallas”.

Al ingresar a la sala, los espectadores se situarán en el medio de la misma.

Comenzará la proyección con diferentes situaciones en cada pantalla. Cada una correspondiente a los diferentes personajes de la historia.

miércoles, 30 de junio de 2010

Las 3 pantallas

Bienvenidos al blog del desarrollo del nuestro proyecto de diseño llamado "Las 3 pantallas". En este blog podrán encontrar toda la información referente al contenido y proceso del mismo.